Los automóviles que chocan casi siempre acaban explotando, ardiendo o ambas cosas.
Un detective sólo resuelve un caso cuando ha sido destituido o despedido.
No importa si tus enemigos te superan en número durante una pelea de artes marciales: te atacarán de uno en uno, mientras esperan, con gesto agresivo, a que vayas acabando con sus compañeros.
Es fácil pilotar un avión y aterrizar con él si hay alguien en la torre de control que pueda dirigir la operación por radio.
Los sistemas de ventilación de los edificios son el escondite ideal: a nadie se le ocurrirá mirar en ellos y sirven, además, para desplazarse hasta cualquier parte del edificio sin dificultad.
Siempre es posible estacionar delante del edificio al que se va de visita.
Un hombre no se inmuta mientras recibe una paliza de campeonato, pero se queja cuando una mujer intenta limpiarle las heridas.
Todas las mañanas, las madres siempre cocinan huevos, tocino y gofres para la familia, aunque su marido y sus hijos no tengan tiempo para comérselos.
En toda investigación policial que se precie, es necesario visitar como mínimo un club de striptease.
Todos los números de teléfono de los Estados Unidos comienzan irremediablemente por 555.
Si alguien te persigue por el centro de la ciudad, siempre puedes quitártelos de encima ocultándote entre los participantes del desfile del Día de San Patricio, sea cual fuere la época del año.
Todas las bolsas de la compra del supermercado deben contener, como mínimo, una barra de pan que sobresalga un poco.
Si tienes que recargar la pistola, siempre dispondrás de suficiente munición, aunque vayas desnudo.
Si tienes que hacerte pasar por un militar alemán, no es necesario hablar el idioma; con tener acento alemán bastará.
Si la ciudad se ve amenazada por un desastre natural o algún tipo de monstruo, la principal preocupación del alcalde será siempre la futura feria de comercio o su próxima exposición de arte.
Los procesadores de textos nunca tienen cursor, pero siempre se abren con una pantalla que dice: Introduzca la contraseña.
Un sólo fósforo sirve para iluminar una habitación del tamaño de un estadio de fútbol.
Las bombas van equipadas con temporizadores que tienen pantallas con grandes números rojos para que uno sepa cuándo van a estallar.
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